Geirangerfjord

-¡¿Ah?!- exclamó al escucharle decir que al menos si moría los dos lo harían, le miró con algo de temor, al parecer el chico no era bueno con las palabras, eso hizo que recordara que era su culpa que estuviesen aqui, despues de todo si ella se hubiera tragado su orgullo por unos malditos segundos no hubieran escogido el camino corto, a estas alturas ya ni siquiera podia imaginar el día de mañana, agradeció mentalmente que Vlad, su gato, no estuviese con ella hoy. Al oirlo decir que contarian hasta tres los pensamientos afloraron alocados, miró al chico, que sostenia su mano, ¿seria capaz de tragarse el orgullo? tenia miedo, muchísimo, y si algo salia mal probablemente moririan, habia amenazado al chico con saltar y todo pero sabia que no se hubiese atrevido a hacerlo -Si le dices a cualquiera algo de esto te mataré- le amenazó y luego le abrazó con fuerza, no tenía el valor para saltar, relativamente, sola, por lo que él debería hacerlo con ella, su cuerpo tiritaba y apesar de que estaba bastante avergonzada, y humillada, por su acción, seguiría hasta que llegaran abajo, cerró los ojos, ni siquiera era capaz de mirar.

Se sentía completamente avergonzada, debía parecer una pequeña niña asustada, débil... frágil, pero por ahora debía tragarse el orgullo, asintió con la cabeza cuando el chico habló.
Uno repitió con él mentalmente Do...
Pero apenas y lo habia pensado se dio cuenta que ya estaban en el aire, el corazón lo sentia desbocado, se apretó más contra el chico y escondió la cabeza en su pecho, tenía el horrible presentimiento de que iban a morir, y la caida se hacia cada vez más larga, los segundos le parecieron horas, hasta que sintió el impacto al entrar al lago. Se separaron, a penas estaba consciente, se encontraba realmente confusa y algo mareada, abrió los ojos y solo podía ver como las burbujas emergían a la superficie y su cuerpo se hundía con lentitud.
Quizás morí... pensó, pero luego la falta de aire y la desesperación por obtenerlo le hizo reaccionar, definitivamente no estaba muerta, comenzó a nadar a la superficie, pero era bastante lenta, le entró bastante agua a la nariz pero pudo emerger luego. Nadó hasta la orilla con dificultad, tosiendo y tratando de botar algo de agua que habia tragado, se sentía débil, por lo que al llegar a tierra firme se recostó en el piso, el agua le dañaba la garganta y los pulmones, siguió tosiendo, de reojo notó que una de sus cintas estaba flotando, tenia solamente agarrado el cabello en una coleta. Quería ir a buscar al chico, mientras nadaba no pudo divisarlo por ningun lado, sin embargo en las condiciones que estaba ahora, cansada, mareada y tosiendo a cada segundo no podría siquiera levantarse.

El mareo tardó en pasarsele, y todo se le hacia peor mientras tosía, le ardia muchísimo la garganta, y poco a poco comenzó a sentir como el frío, más sus ropas empapadas, le hacian temblar, se abrazó para intentar encontrar un poco mas de calor.
Debo ir a buscarlo, está herido pensaba preocupada.
Descansó por un rato y luego se incorporó sentandose, al moverse le dolió inmensamente la cabeza, sin embargo el dolor desapareció al quedarse quieta, miró a los lados, buscando al chico con la mirada pero no le halló por ninguna parte.
¿Donde estará?
Se levantó con dificultad, sus pies estaban mas torpes de lo normal y cayó algunas veces antes de pararse completamente erguida, había mucho lodo y por eso también le costó poder caminar.
-¡Oye!- gritó -¿Donde estás?-
Pero no continuar mucho más, su garganta le traicionaba, prefirió callar, pero continuar caminando.
-¡Achu!- estornudó.
Me enfermaré, es seguro
Continuó caminando, pero no sabia bien donde ir, se sentía demasiado débil como para entrar en desesperación, se limitó a caminar, mientras los escalofríos le recorrían la espalda, y el miedo comenzaba a cubrirla por completo, era oficial, estaba sola.

No tenía ni la mas minima idea de donde estaba, solo sabia que debía seguir buscando al chico, no podía darse por vencida, a pesar de que tenia muchísimo frío y no podía dejar de estornudar, continuó, se abrazó con más fuerza. Los arboles comenzaban a rodearla poco a poco, incluso tropesó con un tronco, y cayó al piso de inmediato, golpeandose fuerte contra el suelo enlodado.
-¡Auch!- se quejó alzando la voz gracias al dolor.
Se puso de pie con gran dificultad, pero un dolor punzante en el tobillo la obligó a sentarse nuevamente.
-Solo faltaba esto- se lamentó realmente frustrada, esperaría a que el dolor se le pasara, no podía quedarse aquí.

Se asustó un poco al escuchar aquella voz, movió la cabeza para todos lados hasta hallarle, por dentro estaba realmente aliviada, y no pudo evitar soltar un suspiro y sonreir levemente, sin embargo al pensar en las palabras que habia dicho volvió a su actitud de siempre.
-Bah- bufó cruzandose de brazos -Por supuesto que estoy viva ¿no te dije que era un gran y fuerte pais?-
No veía muy bien a causa de la oscuridad pero no se veía tan lesionado,
sin embargo seguia preocupada por aquella herida que se hizo en un
comienzo, al caer.
-¿Que tal tú?- le preguntó con tono algo burlon.
Intentó incorporarse levantandose, pero lo hizo por tan solo unos segundos ya que el dolor en el tobillo era un martirio, se sentó con rapidez.
-Ahmm...estoy algo cansada- le mintió, avergonzada por tener que sucumbir ante el dolor.

- Si - asintió al oírla hablar, no le llevaría la contra esta vez además ya había demostrado el suficiente valor para dejar en claro que era un país fuerte. - Yo estoy bien.- Se acerco un poco mas a ella sentándose a su lado, el bosque de noche no era agradable, por lo menos ese lugar fangoso lleno de malezas y al ver como intento levantarse volviendo a caer en el mismo lugar con rapidez lo hizo pensar que quizás se encontraba mareada o tenia alguna clase de fractura.

- la casa queda por haya... - Apunto entre los árboles un lugar que se lograba ver iluminado aunque fuera solo un poco, volviendo a ponerse de pie -...hay podrás descansar- le propuso.
Si se levantaba siguiéndolo sin problemas significaría que no habría motivo para preocuparse pero al ver lo contrario acepto que no quedaba otra opción. - si estas muy cansada te puedo cargar-

-Estoy bien- dijo colocandose de pie como un resorte, actuar tonto porque termió cayendo al piso sin remedio, definitivamente algo no iba bien con su tobillo, pero tampoco podía dejar que él la cargase. Primero sería bastante vergonzoso, aunque él habia aceptado que ella era un país fuerte, segundo él también estaba herido, e incluso mas que ella, seria injusto -No está tan lejos, podré llegar, por supuesto que soy capaz- mintió.
Luego tomó mas en cuenta lo que habia dicho, su casa ¿no? allí debía tener lo necesario para que se curara, al menos en ese aspecto las cosas mejoraban.

Al verlo continuar suspiró de alivio, una dificultad menos, lo que seguía era... caminar hasta la casa con el tobillo doliendo de manera brutal... quizás esto costase mas, pensó. Se paró en un solo pie, el herido lo mantuvo en el aire.
Definitivamente costará
Apoyó la punta del pie herido y avanzó con el otro rapidamente, el dolor era mas o menos soportable, pero de todas formas un martirio, avanzó nuevamente, intentando apurarse un poco para no preocupar al chico, sin embargo cuando ya lo habia alcanzado no pudo más y cayó hacia adelante, no obstante pudo afirmarse en él, y así no caer, descansó un poco, apoyandose en su espalda.
-Lo siento- murmuró y no se separó de él -¿Podríamos descansar un poco?-
Se sonrojó completamente, sí, claro signo de debilidad segun ella, pero su tobillo simplemente la imposibilitaba de continuar, y si se soltaba del chico caería al suelo sí o sí, cosa que sería peor.

Pensó que todo iba bien, ya habían avanzado un trecho, tal vez su suposición era errónea y la menor si se encontraba bien ya que no soltaba ni una queja, al notar eso decidió aumentar su paso un poco para llegar antes y poder olvidar todo lo sucedido.

Estaba apunto de voltearse a ver como se encontraba pero al sentir algo caer tras el hizo que se detuviera, no demorando mucho en deducir que se trata de ella. Ignorando la primera pregunta se quedo un par de minutos quieto antes de agacharse un poco y tomar las piernas de la chica para poder llevarla en la espalda a pesar de que el tampoco se encontraba totalmente bien pero al menos podía caminar, y no importaba cuanto se quejara en el trayecto, no pensaba dejarla caminando en ese estado. - tenemos que llegar a la casa antes de que amanezca, además si no duermes lo suficiente...no crecerás.-

El silencio del chico hizo que pensara que quizás se había enfadado por su eventual discapacidad para continuar, sin embargo a los segundos después llegó a la conclusión de que posiblemente se estuviera riendo de ella por el mismo hecho. Frunció el ceño notablemente, si era capaz de burlarse de ella... No obstante el chico en un acto rápido la tomó en vilo, se asustó bastante, no tan solo porque habia sido un acto que no se lo esperaba sino que también sabía que él estaba herido.
-¡Es-espera!-exclamó -Estoy bien, estoy bien, de verdad, no es necesario- si se hubiera sentido más fuerte y no hubiera tenido tanto dolor en el pie hubiese comenzado a patalear o a moverse para que le soltase, pero al escucharlo añadir lo ultimo se quedó boquiabierta, con las cejas alzadas -¡¿Insinuas que necesito crecer?!- le hubiese gustado continuar con el escandalo, sin embargo incluso habia perdido fuerzas para eso, acabó aceptando que él le ayudase, cuando llegaran a la casa ya le devolvería la mano, no le dejaría hasta que estuviese completamente curado. Colocó su mentón en el hombro del chico.
-Gracias...- susurró sonrojadose por completo, si hubiese pasado por esto estado sola... mejor ni pensarlo.

Se sentía bastante mal al tener que pedirle ayuda al chico siendo que también estaba herido, sin embargo debía reconocer que su pie no aguantaba más. Suspiró y cerró los ojos por un rato, el camino se le hizo realmente largo, como si le hubieran pasado horas en vez de segundos.
-¡Achu!-los estornudos habian disminuido pero aún continuaban presentes, el frío y la ropa humeda no ayudaban en ello de todas formas.
Estaba preocupada por él, intentó no apoyarse mucho en su espalda, aunque en aquell posición le era casi imposible.
Cuando escuchó al chico abrió los ojos y se acomodó para mirar el lugar, era bastante bonito, y ella pensó que incluso se veía acogedor.
-Bien, entonces el resto lo caminaré- sentenció -no creas que he olvidado que estás herido-

Refunfuñó al notar que el chico le habia ignorado, hizo un mohín, enfadada.
-Que injusto eres- resopló.
Al sentarse suspiró internamente, sin embargo no duró ni dos segundos más aliviada por él, ya que se había ofrecido a comprarle otro vestido, miró el suyo, sí, realmente estaba bastante destrosado, pero no podía permitirle eso.
-No te preocupes- le dijo moviendo las manos en un gesto de restarle importancia, no podía aceptar que ella había tenido la culpa de todo, le sería más humillante de lo que ya había sido todo lo anterior -No está tan mal- mintió -Se puede remendar-
Él le pasó ropa seca, y la verdad es que agradeció desde el fondo de su corazón aquel gesto, la ropa mojada hacia que su cuerpo temblase de manera incontenible, sus dientes castañeaban. Sin embargo aquel sentimiento se desvaneció al notar lo que él haría.
-Es-espera- le dijo alzando una mano, como si pudiese detenerle con ello -es mi turno, esta vez yo te ayudaré- se levantó de la silla, apoyó el pie sin importar y avanzó con paso rapido y le quitó el botiquín de las manos -¡No aceptaré un no por respuesta!- apoyó una mano en la muralla para afirmarse, y evitar poner mas en contacto el pie con el piso -Sientate en la silla- le indicó apuntandola -no te daré el botiquín hasta acabar de curar tus heridas-

Se sorprendió con la velocidad con la que le quito el botiquín, después de todo aun guardaba un poco de energía. - ¿Y lo harás estando parada en un pie? - pregunto, fijándose en la forma en que estaba obligada a pararse, sabia que solo estaba intentado ser amable y devolverle el ultimo favor, además esa herida en su cuerpo comenzaba a ser molesta, así que sin ninguna clase de objeción se sentó.

-si comiéramos algo ahora ¿seria cenar o desayunar? - pregunto nuevamente mirando el reloj que marcaban las cuatro algo de la madrugada.

Al escuchar la pregunta del rubio apoyó el pie con rapidez, tratando de hacerse la que no sabia nada.
-¿De que hablas?- inquirió, quizás, con tono demasiado fingido -quizás estas muy cansado y ya ves cosas- sonrió burlona.
Suspiró al ver que le hacia caso, pensó que tendría quizás que hacer un escandalo para lograrlo, por lo que se sintió aliviada de no tener que hacerlo. Abrió el botiquín y sacó lo que necesitaba, basicamente alcohol y vendas, luego se quedó observando al chico de espaldas, podía curarle las heridas del rostro, las manos, etc, pero aquella de la espalda... no podría hacerlo sin que se quitase la camisa, le avergonzó algo la idea, pero eso era lo de menos, definitivamente esa lesión no era leve, untó alcohol en un pedazo de algodon, avanzó hasta quedar al frente de él, apoyando el pie aguantando el dolor, y comenzó a pasarselo por el rostro.
-¿Si comieramos?- repitió, se quedó pensando y luego respondió -Probablemente sea desayuno- comentó -pero no estoy segura, es algo extraño-

- Quizás sea eso - dijo frotándose uno de sus ojos con la mano, aunque sabia muy bien que pararse le causaba dolor pero no tenia animo de comenzar algún discusión además lo negaría muchas veces antes de aceptarlo.

Mientras ella sacaba lo necesario, el se dispuso a sacarse la camisa suponiendo debajo estaba la única lesión grave que tenia y seria la primera en curarle. -¿Sabes tratar heridas?- pregunto.
Al comenzar con la curación, y sentir ese liquido frió quemándole la espalda, siempre había pensando que la cicatrización en si dolía mas que hacerse la herida, pero no se quejo - entiendo...- contesto a la respuesta de Rumania, -... por cierto, nunca me presente.. Soy Noruega, creo que ya nos habíamos visto antes en la ONU pero creía que eras pariente de alguien, nunca pensé que fueras un país.- intentaba entablar una conversación para distraerse un poco del ardor no es que fueran insoportable pero era desagradable, si tuviera esa herida estando solo lo mas probable es que la dejaría cicatrizar naturalmente sin preocuparle las consecuencias. Noto como parecía terminar y empezaba con los leves rasguños de la cara - tú igual tienes - comento, al mirarle el rostro con atención -deberías dejarte el cabello suelto, te verías linda -

Al ver la herida hizo una mueca de dolor, por lo que la verguenza pasó a segundo plano, ¿en serio él había sido capaz de cargarla todo el camino? le aterraba pensar que por su culpa esa lesión estuviera peor, le pasó el algodon humedo titubeante, sabía que no sería nada agradable, por lo que también sopló, disimuladamente, mientras se lo aplicaba.
-Bueno...- murmuró, la verdad era que era bastante torpe y apenas sabia algo del tema -sé lo básico-no quería asustar al chico, por lo que agregó -como que esta clase de heridas pueden ser caso serio si no las desinfectamos, vendamos y tienes reposo-
Cuando él mencionó que no se había presentado musitó.
-Noruega ¿no?- pero se trabó al escucharle hablar de que anteriormente se habían visto, intentó recordar, pero su memoria era.... "frágil", demasiado -¿En serio?- no iba a aceptar que era olvidadiza por lo que fingió -oh, sí...claro- pero sus palabras salieron tan atropelladas que la mentira fue evidente -¿Por qué pensabas que no era un país?- le consultó algo molesta, se esperaba que le mencionara algo con su tamaño, por lo que le miró con suspicacia. Acabó de aplicar el alcohol en la herida de la espalda y comenzó con las del rostro, tenía bastantes, por lo que se demoraría un tanto también, él mencionó que también tenia, Ru lo había notado, porque le ardían algo las mejillas.
-Pero apuesto lo que sea a que tengo muchos menos que tú- sonrió burlona, cuando el mencionó lo de su cabello recordó que tenía una sola colita, se llevó las manos a la cinta para desatarla, pero quedó a la mitad, al oirle decir lo último. Sintió como la sangre se le iba a las mejillas, como el calor le llegaba de sopetón al rostro -¡N-no digas esas cosas!- le espetó tan avergonzada que apenas podía hablar bien.

-¿De verdad?- pregunto, desde que entraron a la casa no había podido verse a un espejo ni ver cuantas heridas tenia en el rostro - pero que mas da, sanaran de todas formas - pensó

Después de decir aquel comentario y ver como reaccionaba de esa forma inesperada - ¿por que?... - pregunto sin entender -...solo dije lo que pensé - se acerco al cabello de la chica terminando de desatar el resto de la cinta, lo cual no fue complicado - así te ves mejor- dijo sin apartar su mirada del rostro notando como sus mejillas parecían arder, iba a agregar algo mas pero prefirió guardar silencio temiendo que el carácter tsundere irrumpiera con el bello cuadro que se formo ante el. Dejándose llevar por la escena sin medir las consecuencias ni meditarlo siquiera tomo con cuidado el mentón de la menor acercando ambos rostros y finalmente rozando sus labios contra los contrarios, en ese instante ni el mismo comprendía su comportamiento, nunca antes había actuado de esa manera, pero segundos después la sensatez lo hizo retroceder algo avergonzado esperando algún golpe por su acción.

-¡Tan solo no las digas!-dijo sin saber que más responderle.
Estaba lo suficientemente avergonzada para no pensar muy bien lo que decía, los nervios no le ayudaban de mucho, y todo se tornó peor cuando él continuó, le desató el cabello, y este le cayó a la espalda, estaba humedo aún, por lo que no pudo evitar tener un escalofrío. Realmente todo contrastaba demasiado, su rostro ardía y todo su cuerpo estaba completamente congelado; no sabía si podía estar más sonrojada, le tenía tan cerca, diciendole cosas así de vergonzosas. Ni siquiera se lo vio venir, tan solo de un segundo a otro los labios del chico acariciaban los de ella, le tenía agarrado el mentón con la mano, por lo que aunque hubiera intentado separarse no lo hubiera logrado, tan solo pudo quedarse perpleja mientras una vocecita en su interior le ordenaba
"¡Golpealo!"
Pero no fue capaz de hacerlo, ni siquiera cuando se separaron, tan solo se quedó con los ojos muy abiertos, como si le costara procesar lo que había ocurrido, aún podía sentir los labios del rubio sobre los de ella, y la sensación... no le había parecido... desagradable, lo que ella consideraba era peor, luego de unos segundos liberó su mentón y se irguió.
-¿Po-por qué hiciste eso?- le consultó, definitivamente ahora no podía estar más sonrojada.
Intentó retroceder, pero el pie le dolía demasiado para eso, si lo hacía de seguro caería al piso, y eso solo podría aumentar con la verguenza que ya sentía.