Geirangerfjord

Es un fiordo en la region de Sunnmøre, se localiza en la zona más meridional de la provincia Møre og Romsdal en Noruega. Tiene unos 15 kilómetros de longitud en la rama de la Storfjord.
Geirangerfjord es uno de los sitios más turísticos del país, y en 2008, este fiordo se declaró un Patrimonio de la Humanidad. A lo largo del mismo, hay muchos cascadas, como la "Cascada de syv søstrene" (Las siete hermanas), "Cascada Brudesløret" (Velo nupcial) y la "Cascada Suitor" (Pretendiente). Además hay varias granjas, la mayoría de éstas están abandonadas, que se ubican a lado del fiordo.

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Noruega se sienta a admirar el paise pero poco a poco se va quedando dormido.

No sabia ni siquiera como habia llegado allí, solo seguia caminando, intentando no parecer preocupada por este hecho, llegó a un lugar realmente hermoso, era completamente gigantesco y hermoso, podía oir y ver las cascadas y ello fue lo que mas le emociono del lugar, debía admitirlo, era un fiordo maravilloso.
-¡Minunat! [maravilloso]- exclamó emocionada, pero al seguir caminando pudo divisar la figura de un chico, al verse descubierta demasiado emotiva se quedó inmovil y tosió -cof cof es decir cof cof no tiene nada de especial- murmuró esperando que él no hubiese oido lo primero

Sintió un grito y despertó girándose hacia donde parecía provenir el ruido.

- Eres la misma niña pequeña que vi el otro día - dijo mientras se levantaba y caminaba hacia ella - Te llamas Rumania... creo... ¿y que haces aquí?- volvió a decir agachándose un poco para quedar a su altura, intentando ser amable después de todo solo era una niña y no parecía ser como los desquiciados que comúnmente se encontraban en la ONU.

El chico tardó menos de dos segundos en hacerla enojar.
-¿Pe-pequeña?- repitió frunciendo el ceño -Sí, me llamo Rumania y NO soy pequeña- recalcó apuntandose, pero todo le pareció peor al notar que él se agachaba, fue como si le dijese a cada segundo lo diminuta que era, infló una mejilla y se paró en la punta de sus pies para parecer más alta -¡Soy mas grande que tu!- mintió e intentó impusarlse un poco para al menos alcanzar al chico.

- Pero yo soy pequeño... Dinamarca me lo repite siempre - contesto mirando la cara de la chica - ¿que edad tienes? -

Volvió a sentarse para seguir admirando el paisaje que se dibujaba frente a ellos, era tanta la tranquilidad que provenía del lugar que fácilmente se podía escuchar toda clase de armoniosos sonidos.

- a pesar de que eres muy pequeña e de suponer que por tu forma de actuar as tenido que sobrevivir sola ¿o me equivoco? -

La respuesta del chico le dijo sorprendida y sin palabras, para ella concebir que eras pequeño era bastante errado, pero en vez de demostrar sus verdaderos pensamientos dejó de pararse en la punta de pie y bufó.
-Tengo... 18 ¿y tu?-
No supo si sentarse a su lado, por lo que permaneció de pie, miró el paisaje y sintió como la leve brisa removía sus coletas, el viento le era bastante agradable y por ello cerró los ojos por unos segundos, para asi sentirlo de mejor manera acariciar su piel.
Para evitar responder la segunda pregunta respondió.
-Yo puedo valerme por mi misma- se cruzó de brazos -no necesito de los demás para sobrevivir- sentenció con tono decidido

- ¿Enserio? - sorprendido por tal respuesta, por la forma en que se veía lo máximo de edad que le daría serian 15 - No lo aparentas, pero supongo que eso es bueno nadie quiere verse viejo, yo eeh... no lo recuerdo.- respondió con la mirada baja entretenido en ver como el viento levantaba uno hoja.

Le agrado oír esa evasión, a lo que supuso que era un si como respuesta.

Levantando el rostro para ver como el cielo se tornaba de un calido color naranja - seria mejor irnos, estar aquí cuando anochezca es peligroso.- Volviéndose a levantar y tomando la mano de la niña - bien, te llevare de regreso a tu casa -

Le hizo algo de gracia aquella respuesta pero prefirió no decir nada al respecto. Ella tambien habia estado de acuerdo al escucharle que seria peligroso quedarse en la noche, cuando le tomó la mano no pudo evitar sentirse nerviosa, se sonrojó un tanto y para evitar que el se diese cuenta soltó.
-¿Tienes miedo?- rió burlona, ocultando el rostro -si es asi...- entornó los ojos -quizas deba ser yo la que te vaya a dejar a un lugar "seguro"-

Al ver la reacción de Rumania supuso que había sido algo impertinente y por eso lo había soltado ya que apenas se llevaban conociendo hace un momento.

- Es que en estos lugares al anochecer aparecen muchos espíritus y no todos tienen buenas intenciones, apartando el riego de caer por el precipicio.- Comenzó a caminar pero volteándose al escuchar lo ultimo - Esta bien, pero no queda muy cerca... ¿resistirás pequeña?.-

Escuchó con atención al joven, ¿espiritus? coincidentemente a ella no le aterraban mucho mas ese tipo de historias, si no mas bien le emocionaban, sonrió, pero luego él mencionó la caida al precipicio, claramente a eso sí le temía. Siguió al país de cerca, al ver que se adelantaba, luego quedó a su lado y al escuchar aquella frasesita estalló nuevamente.
-¡POR SUPUESTO que voy a resistir, y no soy pequeña!- le dijo, ya se lo habia tomado como un reto, por lo que continuó -a mi me preocupas mas tu- se burló sonriendo.

-¿Que estas insinuando?- le dijo mirandolo de manera fulminante -¡¿acaso que porque soy tan pequeña a mi no me verían?!-le espetó.
Cuando él paró de caminar ella le imitó, confusa.
-¿Ba-bajar por el acantilado?- repitió ella, por supuesto que los fantasmas no le asustaban un poco, eso le daba exactamente igual, sin embargo... eso a bajar por un acantilado, pero obviamente no podia mostrarse débil, intentó sonreir petulante pero a penas pudo -Po-por mi no hay problema- dijo, las rodillas le temblaban levemente.
No se le habia pasado por la mente el que él se atreviera a hacer eso, de todas las cosas que podian ocurrirsele al pais debia ser algo de esa mangnitud ¿por que no fantasmas? pensaba acongojada, pero por fuera intentaba verse como siempre, imponente, orgullosa.

Nada, nada - respondió enseguida, ignorando la otra pregunta.


Dirigiéndose a lo que parecía ser orilla del barranco, miro para abajo, ciertamente seria algo complicado bajarlo pero supuso que no imposible destacando el echo de que por hay mismo había logrado subir. - yo iré primero... así puedes ir viendo donde es seguro pisar - le sugirió antes de comenzar a bajar teniendo demasiada prudencia en donde pisaba.

El suelo era resbaloso algo enlodado lo que no era bueno, pero las rocas pequeñas que hay se hallaban lograban sostener un cuerpo por lo menos unos segundos antes de caer. Ya habiendo avanzado un buen trecho desde la orilla y notando que llevaba tiempo sin oír la voz de la menor, decidió mirar para atrás para ver como se encontraba.

- Baja, no es dific... - Sin haber conseguido completar la oración, y sin darse cuenta que había pisado mal, su cuerpo cayo unos metros para abajo parando la caída con lo que parecía ser una gran roca.

Mientras veia que él bajaba se sintió completamente dudosa, sabía que no era una buena idea, para nada, de hecho era mas que probable que alguno de los dos quedase herido... pero ¡si se lo decia seria como si aceptase que tenia miedo y que era, de algun modo, inferior! se debatió entre detenerlo o no, pero el chico ya habia descendido bastante. Los nervios comenzaron a traicionarle, se impacientó completamente, asomó la cabeza, mirando hacia abajo, era una gran caida... quizas hasta gran le quedaba pequeño. Escuchó su voz, puso mayor atención en encontrarle y cuando lo hizo vio que estaba cayendo... ¿¡AH?! chilló mentalmente.
Se colocó de pie de un salto pero se quedó inmovil.
¿Que debo hacer? ¿Que debo hacer? ¿Que debo hacer?
Ahora su cuerpo temblaba completamente, debió haberle negado aquello tan peligroso ¿como se le habia ocurrido aceptar algo así? se preguntaba reiteradas veces, le temía completamente a las alturas, pero no podía dejar al chico allí, tragó saliva sonoramente. Bajaria por el. Bajó un pie y luego el otro, miró hacia abajo y el vertigo comenzó a hacer efecto de inmediato, se aferró con todas sus fuerzas y cerró los ojos, un pie, el otro, no podía mirar hacia abajo apesar de que quisiese, sin embargo si no lo hacia no podría localizar al chico, contó hasta diez, miró y volvió a su posición
No falta mucho se mintió.
Siguió con aquella tecnica, evitando marearse y la vista hacia abajo, era una gran caida, el chico habia tenido suerte de haber sido detenido por aquella roca, se sintió algo avergonzada, todo esto habia ocurrido probablemente por su culpa, siguio bajando, hasta llegar a su lado.
-Oye- musitó preocupada, intentó alcanzar al chico estirando la mano pero la distancia era bastante, para sus cortos brazos -¿Estas bien?-

Al recobrar un poco la conciencia y lograr abrir los ojos retomo lo que sucedía dándose cuenta en donde y que estado se encontraba. Con el cuerpo adolorido (sobre todo la cabeza), muchos rasgones en sus manos, sintiendo como todo el mundo exterior le daba vueltas.

Mirando para arriba pudo diferenciar la silueta de la chica bajando cuidadosamente a lo que no pudo evitar soltar una leve risa - después de todo no mentía - pensó, refiriéndose a todas las veces en que ella misma se auto nominaba valiente a pesar de que sus piernas temblaban, ya demostraba algún tipo de valentía.

Cuando se dio cuenta que se encontraban a unos pocos metros de ella y logrando escuchar claramente su voz - si...Nada mas me duele la cabeza - respondió, mientras tocaba su cabeza notando algo húmedo, que rápidamente limpio pasando su mano contra un poco de pasto que se encontraba cerca, - pero te noto aburrida...- trato de desviar el tema, si es que ella se había dado cuenta de lo sucedido.

Al ver como estiraba sus brazos el hizo lo mismo consiguiendo alcanzarla y ya con las manos juntas arrastrándola hacia el. - Ahora nada mas nos falta la mitad del camino... creo que la caída lo acorto bastante -. Intento pararse pero sintió un mareo cayendo nuevamente al piso.

Al escucharle decir que le dolía la cabeza se preocupó bastante, ignoró el comentario acera del aburrimiento, claramente ahora no estaba aburrida, si no aterrada y, mas aún, preocupada.
Cuando llegó a su lado y le miró fijamente, a pesar de que no se veía muy herido caer de aquella altura no te podía dejar inmune, se estabilizó en la roca y se aferró de donde podía para mantener el equilibrio, cuando él comentó que quedaba la mitad con tan simpleza se enfadó bastante.
-No digas estupideces- le reprochó -al menos debes descansar, no es que sea normal caerse de tal altura y seguir como si nada bajando- gruñó -dejame ver si estas herido- le exigió ceñuda.
Todo empeoró cuando vio que intentó en vano colocarse de pie, se apresuró a ir por él, y se colocó a su altura.
-¿Lo ves? no estas bien, no podemos continuar aún-
Se sentia inmensamente culpable, se encuclilló, si el chico insistia se quedaría allí, en esa posición, y no bajaria más, en estos momentos, más allá de su propio miedo, le preocupaba él.

Escuchaba con atención cada amonestación, nunca le había gustado que lo reprendieran pero alguna razón siempre terminaba en esa escena. Cosa a la cual ya se había acostumbrado pero cuando la escucho decir que le dejara ver si estaba herido no pudo evitar alejarse unos centímetros.

- ¿Acamparemos aquí? – pregunto apenas darse cuenta que el cielo se tornaba oscuro, en esos momentos no sabia que darle mas gracia, si el echo de estar allí, estar herido o que estuviera anocheciendo. - al menos tendremos linda vista del cielo y hace mucho que no veo a las hadas nocturnas - Dijo acomodándose en la roca y sacando un pedazo de chocolate de su bolsillo - ¿quieres? -

Alzó una ceja al ver que el rubio se corría cuando le pidió ver si estaba herido.
El silencio otorga pensó molesta.
-Sí, aquí, no creo que sea bueno que te muevas mucho- asintió, le colocó atención a lo que decía, pero sabía que intentaba cambiar el tema, la astucia no era su fuerte pero no era tan inocente para caer en algo así, movió la cabeza afirmando lo del cielo y las hadas, pero negó cuando le ofreció chocolate, aunque por dentro realmente si quería, pero no se dejaría seducir por aquel exquisito dulce, ¡debía concentrarse!
-Oye- le llamó agarrandole de la ropa y tirando un poco de esta -cuando dije "dejame ver si estas herido" no era una pregunta, era una orden- gruñó y avanzó hacia él, exactamente lo que él habia retrocedido -no estoy jugando ¿sabes?-
La preocupación comenzaba a pasar también a cierta cuota de irritación, demonios, en su cabeza se repetia mil veces que todo habia sido culpa suya y ademas él no quería que le ayudase, y en vez de ello se quedaran comiendo chocolate mirando el cielo...

- ¿Enserio no quieres? - volvió a preguntar, pasando una barra de chocolate ya abierta frente a sus ojos como quien juega con un gato.

Hasta que le escucho alzar la voz, miro por sobre su hombro dándose cuenta que no podía alejarse mas o sino caería y quien sabe si tendría tanta suerte esta vez.
Desesperado (aunque no demostrándolo) intentando que la menor se alejara, y sin ocurrírsele manera de distraerla. No era que tuviera vergüenza, es solo que tenia claro que en la parte inferior de su espalda tenía una herida y no quería preocuparla más de lo que ya parecía. - Increíble que tenga que recurrir a esto - dio un suspiro - te dejare pero con una condición... - intentando no mirar directo hacia el rostro de la menor - ...Cuando salgamos de aquí...te...casaras conmigo.-

Agradeciendo que ya estuviera oscuro, o al menos para opacar el sonrojo de sus mejillas, pero al menos con eso seguro se detendría, y se quedaría tranquila hasta que el mareo y el dolor cesaran un poco para seguir con el trayecto faltante.

Aquel movimiento fue sucio. Siguió con la mirada la golosina y apretó los dientes.
¡No, no, no y no! ¡Concentrate! pensaba realmente tentada.
Cuando escuchó la condicion del chico se quedó inmovil, con expresión de pasmo en el rostro.
-¿Eh?- murmuró, las palabras resonaban en su cabeza, algunas aun sin ser coherentes, pero todo comenzó a encajar de a poco -E..espera...tú ¿yo?- las mejillas se le sonrojaron instantaneamente -Pe-pero ni siquiera se como te llamas, y... ¡además no puedes condicionarme de esa manera!- su actuar era demasiado nervioso y torpe como para que alguna palabra fuese completamente entendible, hasta que finalmente ella se colocó de pie con el ceño fruncido y se caminó hasta la orilla de la roca, afirmandose siempre.
-¡Escucha, si no haces lo que digo me tirare!- sentenció.
Intentó no hacia mirar a abajo, pero aunque lo evitase de todas formas se estremecía de miedo, temblaba completamente ante la sola idea de saltar, pero quizas fuese una buena manera de hacer que el chico cediera.

Nisiquiera el mismo sabia como reaccionar, se preguntaba por que habría dicho eso, pensando que habían mejores maneras de hacerla calmar pero en ese instante solo esa idea paso por su cabeza creyendo que se negaría y estaría obligada a quedarse tranquila.

Se sintió victorioso al verla paralizada procesando la condición, esperando de que su boca saliera algún tipo de negación o tan solo se sentara apenada aguardando, pero la reacción era contraria a la esperada.

- espera eso es chantaje - Alzo la voz Además no se atrevería.
Aun así hay estaba ella en el borde de la roca a pesar de que sus piernas temblaban y que en su mirada se podía percibir evidentemente que se encontraba asustada. Si es capaz... Trato de levantarse, acercándose hacia ella, siempre sujetándose para no caer nuevamente - Esta bien - se vio forzado a ceder - pero ahora vuelve aquí. -

Cuando él mencionó que su actitud correspondía a chantaje se limitó a sacarle la lengua. Efectivamente... no habia otra palabra para describir lo que hacia.
Siguió en el borde de la roca, aunque podía sentir como el miedo le roía las entrañas, pero ya no temblaba tanto. Al escuchar al chico, a pesar de todo, no pudo contener una sonrisa triunfal.
-Si no cumples lo que dices...- le amenzó y apuntó hacia abajo -saltaré de todas formas-gruñó.
Se acercó a paso lento hacia él, se agachó y le volvió a sacar la lengua.
-Veamos...- murmuró mientras comenzaba a inspeccionarle con la vista, luego se acomodó de mejor forma y cayó en cuenta en que en su ropa, en la espalda, habia un liquido extraño -¿Qué es eso?- se inquirió a si misma y extendió la mano para tocar aquel liquido, manchó sus dedos, y la cercania del liquido le hizo dar un respingo, el olor era inconfundible -Sangre...- concluyó dando un respingo -¿E-estas sangrando?- farfulló algo confusa -¿Y planeabas no decirmelo?- le preguntó con un claro tono de reproche -Ya sabia yo que no podias haber resultado inmune de algo así, debemos curarte rapido, no puedes estar así-

-¡No lo soy!- refunfuñó ella -Si me hicieras caso no tendría la necesidad de amenanzarte-
Al recibir tal respuesta le miró suspicaz, con los ojos entrecerrados.
-Me estas mintiendo- le acusó, era, practicamente, imposible que él mismo no hubiese notado ello, ademas de que evitó a toda costa, hasta el punto de que ella debio "amenazarle" para que le dejara inspeccionarle -La cantidad de sangre es harta, no quiero decir que es grave, y tampoco lo sé, pero nunca he escuchado que ese sea un buen indicio- suspiró, apoyó la mano completa en la espalda y se la mostró al chico completamente ensangrentada -¿lo ves?- inquirió.
Él se colocó de pie y se fue a la orilla donde anteriormente ella misma habia dicho que saltaría, se asustó bastante, por lo que se aseguró de ver todos los movimientos del chico, no se encontraba completamente bien, por lo que si se mareaba o algo así debería correr en su ayuda. Al oir la pregunta dio un respingo, estuvo tentada a preguntarle si se habia dado muy fuerte, pero él se explicó antes.
-¿En serio?- se colocó de pie, se puso al lado de él y miró abajo -Tienes razón- murmuró, pero el miedo le había golpeado en la cara como si fuese algo tangible, su rostro cambió completamente, y el corazón comenzó a palpitarle acelerado -E-es u-un buen... plan- musitó algo tartamuda -Po-por mí n-no hay pro-problema-

- entonces esta decidido - dijo enseguida recibir la aprobación de ella a pesar de que tenia claro que quizás era una pésima idea y todo podría acabar peor, lo mas sensato seria esperar al amanecer pero no soportaba pensar que nuevamente tendría que soportar ese frió que te cala en los huesos. Que tan malos recuerdos le traía.

- No tengas miedo, y si mueres al menos el culpable de tu muerte también sufrirá contigo - Intento relajar la situación aunque al analizar sus palabras supo que no había sido la mejor manera.- Simplemente... piensa en lo agradable que será el día de mañana - trato de remendar las palabras antes de volver a mirar para abajo y agarrar como por instinto la mano de la menor - a la cuenta de 3 saltamos.-