Vengan Paises del mundoo!

*Hana tamago se emociona de ver tanta gente en su pequeña casa y rápidamente se disopone a habilitar los paises* ^w^

>> Vietnam
>> Islandia
>> Turquía
>> Estados Unidos
>> Lituania

*Cuando termina las habilitaciones, Hana Tamago les acerca un papelito que dice:

"Por favor, no se olviden que deben colgar su ficha en la sección de personajes" *

[Entra a paso firme y señala al dueño de la casa.]

¡Necesito una habitación! ¡No pienso compartir el mismo suelo con Italia hasta para dormir!

Ohayo!! Yo vengo a pedir mi casa igualmente ^^
xD

*Mira a Alemania con temor y habilita su casa rápidamente, ocultándose detrás de Egipto* ;w; ....*tiembla*


>> Alemania
>> Egipto

*titubea unos momentos*

-Ehm... N- No era... mi intención asustarte...
"¿Porqué me estoy disulpando con un perro? ¿Porqué estoy hablando con un perro en primer lugar??"

-Pequeña cosa temblorosa, podrías ser la mascota perfecta para Italia...

*se acerca con cuidado a acariciarle la cabeza como disculpa antes de irse a arreglar la nueva casa*

*Entra despacio a la casa y ve a una persona con un perrito*

-Con permiso... ¿¿¿Puedo pedir una casita???
"¡Que lindo es el perrito!"

*Se queda mirando fijo al perrito*

-Llega con cansancio y mira para todos lados- A quien tenía que pedirle la habitación?... -ve al perrito y se dirige hacia él- Ehh... oye creo que a ti es a quien tengo que pedirle mi habitacion.

Entra a la habitacion en la cual esta completamente habitado por muchos paises, asi que trata de encontrar al pequeño perrito, minutos despues logra encontrar una bilita de pelos color blanco. -Debe de ser el- dijo mientras se encamina al perro.

-Hola Hanatamago, bueno bine a pedrite mi casa ¿esta bien?

Entra tímido a la habitación,volteando para todos lados,buscando a quien debe pedirle la habitación,tropezando sin querer con el perrito, asustándose un poco por la sorpresa. -¡Ah, perdón, perdón,yo solo estaba...!-abre los ojos y mira al perrito que lo observa curioso.-Ah...es a ti al que le debo pedir por mi casa?.-pregunta un poco mas tranquilo.

Entró a la habitación, encontrando rápidamente con la mirada al pequeño perro blanco (lo reconocería donde fuera, después de todo era la mascota de su hermano mayor).

- Hola - saludó en un susurro - Eres tú al que le debo de pedir mi casa, ¿verdad? - le preguntó con el rostro carente de emociones.