No muy lejos de ahí, Rusia se inclinó sobre una mesa, arqueándose por culpa de un ligera punzada en su pecho. No, no era dolor, pero era capaz de reconocer aquella sensación en el momento que fuera...
Se giró sobre su asiento, no haciendo demasiado caso de la reunión, y hundió una mano bajo su abrigo. Ahí, en el sitio donde su corazón debería estar latiendo, no había nada más que un agujero viscoso y muy vacío.
Una repentina sensación de alarma lo embargó en ese momento. ¿E-en dónde pudo haberlo perdido? Ya antes se había salido de su lugar, muy constantemente en realidad, pero pocas veces lo había perdido de vista por completo...
Las pocas veces que había sucedido fueron en su casa y no se demoró en encontrarlo, pero ahora...
-Lo siento, tengo que irme.- anunció, poniéndose de pie y marchándose de la sala sin esperar respuesta alguna.
Luego volvió sobre sus pasos.
Tenía que estar en el baño... En el baño o en el trayecto de ida-vuelta hacia allá. ¿En dónde más? Lo tenía aún cuando decidió salir por un poco de aire, eso seguro, así que no quedaban demasiadas posibilidades.